lunes, 14 de abril de 2014

Dame una oportunidad

Dame una oportunidad,...eso parecía estar pidiéndome éste lentisco macho cuando lo localicé en un paseo por una rambla cartagenera. No soy de los que van arrancando árboles de la naturaleza para (si sobrevive) satisfacer mi ego. Pero si se dan las circunstancias no lo dudo. Colgando de uno de los laterales de la rambla encontré a un pequeño lentisco. Había pasado una semana después de unas fuertes lluvias, justo las que ahora esperamos en ésta tremenda sequía que padecemos por el sureste. La pared se había erosionado por el paso del agua y el lentisco colgaba por dos de sus raices pivotantes. De haber quedado allí es seguro que no habría superado el verano. Volví al día siguiente con las herramientas necesarias e intenté darle una oportunidad como bonsai.
Los lentiscos no son fáciles de enraizar pero eran tales las ganas de sobrevivir de éste pequeño que salió adelante sin problemas. Fue recolectado a mitad de marzo y comenzó a brotar con fuerza en mayo.


No profundizaré en ésta entrada sobre la técnica de enraizado y recuperación. Si estaís interesados en saber más sobre este tema os invito a leer ésta entrada:
http://cartagenabonsai.blogspot.com.es/2013/11/tecnicas-de-yamadori.html

Pasaron los años y éste lentisco quedó un poco abandonado entre mi colección. A los dos años fue plantado en maceta bonsai y respondió perfectamente. 
A parte de limpiarle la corteza seca y seleccionar las ramas principales poco más se hizo sobre su diseño. 
 El problema es que cuando no estás encima de un bonsai sus ramas se alargan más y mas y no hay equilibrio entre el tamaño del tronco, arbol y la ramificación. Si no estamos muy encima de los lentiscos su ramificación se pierde y queda demasiado laxa y desordenada.
Desde el año pasado decidí trabajarlo más enserio pues escondía un tremendo potencial con esa madera seca y una bonita conicidad. Se trata de un lentisco macho (son árboles dióicos) y bajo mi experiencia, los machos son más faciles de compactar. Sus hojas tienden a ser algo más pequeñas y los entrenudos ligeramente más cortos. Pero en éste caso tocaba volver atrás. Casi comenzar de nuevo, pero con la ventaja de que se había conseguido tener una ramificación primaria de un grosor interesante y con un posicionamiento bastante adecuado para el diseño final. 
Finales de febrero, fuerte poda:
En 2013 estuve muy encima de su ramificación a base de defoliado y pinzados y algo de alambre y ahora le he realizado un retoque a su madera seca. Ahora sí que empieza a lucir muy bien este lentisco cartagenero.
Antes y después:




2 comentarios:

  1. ¡ Vaya cambio ! La verdad es que a este lentisco le ha pasado como a los perros abandonados, te está agradeciendo con creces todos los cuidados que le das. Enhorabuena por el trabajo, en este caso el propio árbol estaría de acuerdo, si pudiese decidir, en que lo salvases de una muerte casi segura para convertirse en un bonito bonsái.

    Un abrazo

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  2. Gracias Juan. Tienes toda la razón, ahora luce muy bien y tiene pinta de estar contento éste lentisco. Su vigor es excelente.

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