El siguiente trabajo es una suma de pequeños detalles que por separado casi podrían haber pasado desapercibidos pero que en conjunto suman dando un resultado sorprendente. Los ingredientes: un pequeño chopo, tres juniperos y una roca. Para conseguir éste resultado, una combinación de caduco y coníferas bastante interesante:
Ésta es su pequeña historia:
Un chopo de esqueje:
El chopo (Populus alba) es una especie tremendamente interesante como bonsai. Por su rápido crecimiento, facilidad de manejo, color y tamaño de las hojas y por su gran capacidad de emitir nuevas raices. De hecho éste pequeño chopo viene de un resto de poda que esquejé en 2008. Al año siguiente ya conseguí modelar su tronco logrando una buena conicidad y movimiento sin tener muy claro cual iba a ser su diseño.
Febrero de 2009:
Es una especie muy vigorosa por lo que en un año pude construir bastante rama. Yo soy de la opinión de que un bonsai debe parecer un árbol y no un bonsai por eso trato de imprimir naturalidad en mis trabajos, especialmente en los caducos. No me gustan las triangulaciones y simetrías más propias de pinos y juniperos. Es por eso que el diseño se puede mostrar a priori desordenado y arbitrario, pero con el objetivo de terminar siendo armónico dentro de ese caos.
Abril de 2009:
Agosto de 2009:
El álamo blanco, como también se le conoce popularmente tiene la pega de retirar savia en cada temporada invernal. Y eso a pesar de que los trasplanto cada año y no dejo que se pudrán sus raices pero ciertamente no es un excesivo problema ya que en la siguiente primavera se puede volver a construir nueva y fina ramificación rápidamente.
Su aspecto en junio de 2011:
Pasemos ahora a los otros protagonístas; los Juniperos chinensis.
Si insignificante en sus inicios era el chopo más lo eran los tres juniperos de ésta composicíón. También provenientes de esquejes a partir de desechos de poda (de momento coste del conjunto igual a cero €).
El más grande de ellos ya comenzó en 2011 a formar parte de un pequeño paisaje en piedra. (Si lo siento, son mi debilidad). Pasó dos temporadas en lo alto de una roca y poco a poco fue enraizando correctamente y fui formando un poco su futura copa:
Pero la desencadenante de juntar juniperos y chopo fue una hermosa roca caliza bastante ahuecada que encontré en un paseo en la Navidad de 2012 por Peñas Blancas, la cima más alta que podemos encontrar por la comarca de Cartagena. Y que casualidad que la piedra la encontré casi en la cima. Pero me enamoré de ella y me tocó buscarme la vida para llevarla hasta el coche que estaba 3 kilometros más abajo superando un desnivel de casi 500 metros. Y la "niña" pesaba casi 25 kg.
Menos mal que llevaba una buena mochila que vacié y repartí su contenido entre mi amigo Javi y mi mujer. Tengo que reconocer que transportar a esa peque a la espalda no fue un recuerdo nada grato, pero a cada paso que daba arrastrándome como un anciano iba imaginando el paisaje que iba a contruir para mantener a la mente ocupada y no me dijera a mi mismo "gilipollas"!!
Pero la roca llegó hasta casa y en la primavera de 2013 construí el paisaje mixto de juniperos y álamo blanco. Una curiosa mezcla pero con sentido. El chopo crecería en la parte baja de la roca y en la umbría donde por lógica habría más disponibilidad de agua, mientras que los juniperos crecerían más en la cresta y en la zona más expuesta al sol. Aspecto del conjunto en marzo de 2013.
Julio de 2013:
La cosa iba para adelante. Ninguna baja y gran vigor pero era claro que tocaba una remodelación para 2014. Al chopo había que estilizarlo ligeramente para darle mayor naturalidad y lo mismo ocurría con los juníperos. Para una sabina que crece en una roca en su medio natural lo normal es que se encuentre con condiciones muy duras de crecimiento. Viento, frio, calor, nieve,...elementos naturales que le darían un aspecto más dramático a un árbol viviendo bajo éstas condiciones por lo que no tenía sentido mantener esa tupida bolita verde que a muchos les puede gustar. Después de meterle mano con tijeras y almabre y creando un poco de jin y shari éste es el resultado actual:
Pero lo bonito de un paisaje es que se pueda disfrutar desde varios ángulos y no sólo desde su frente. En la parte trasera hay otro pequeño junipero que se puede apreciar en la siguiente imagen lateral:
He tratado de darle un aspecto natural a modo de sabinas rastreras creciendo junto a la roca. Se que no son muy llamativos pero son sólo un pequeño detalle imprescindible en el conjunto final, así por supuesto como los helechos, un Ceterach y un pequeño polipodio.
Más detalles, desorden ordenado del chopo y con las yemas a punto de reventar a principios de enero:
Invierno de 2013 y 2014:
Si os ha gustado ésta composición os invito a leer el siguiente artículo sobre el Penjing:
http://cartagenabonsai.blogspot.com.es/2013/11/penjing-o-bonsai.html
Un saludo y Gracias por visitar el blog y por supuesto Feliz año y que se cumplan con éxito todos vuestros proyectos.
Soberbio trabajo. Me encanta. Muy natural!!!
ResponderEliminarGracias Pablo. Un saludo
EliminarPrecioso, espectacular!!
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