domingo, 13 de julio de 2014

El cuerno vikingo

En pleno verano por Cartagena, calorcito y playa pero también seguimos trabajando los bonsais. Esta vez le toca a un olivo muy especial propiedad de Jose Antonio Matas. Proveniente de la sierra mallorquina (el olivo claro, porque Jose Antonio  es bien murciano) tiene ese carácter propio de los ullastres que los hace únicos. Cortezas craqueladas, hojas muy pequeñas, espectacular madera seca y sobre todo formas únicas.

Jose Antonio me pidió echarle una mano en cuanto al diseño y primera formación. El ya tenía un frente en mente y un primer diseño del ápice del árbol, pero a mi no me convencía esa opción. Me lo llevé a casa y lo puse sobre un torno giratorio y le dí vueltas y vueltas tratando de encontrar el frente desde el que atacar su futuro diseño.




Cuestión de matemáticas
A la hora de elegir un frente cuentan dos factores. Por un lado esconder los defectos y por el otro mostrar todas sus virtudes. Lo que diferencia de un árbol malo a uno bueno son los puntos de atención. Allí donde se fija la mirada del observador. Si al mirar un bonsai la vista se te va directamente hacia un defecto el árbol es malo, pero si el punto de atención es una virtud empezamos a encontrarnos ante un buen bonsai. Y si se da la circunstancia de que existen multiples puntos de atención positivos el observador no sabe donde fijar su atención pues ve varias cosas a la vez que le gustan. Es ahí cuando nos encontramos con un árbol muy bueno. Y éste olivo se encuentra sin duda dentro de ese último grupo pues son muchos los puntos de interés que encontramos en él. 
¿Pero cómo elegir su frente? pues por simple álgebra. Se trata de una suma y resta. El lado ganador será aquel que más puntos de interés sume y menos negativos tenga. Y ésta fué mi elección:

De abajo arriba comenzamos con una buena base, mostrando gran dinamismo y movimiento. Algunos detalles de interés como un tocón que será trabajado en madera seca.

Desde aquí se aprecia la bonita y estrecha vena viva que alimenta al árbol.
Detalles de madera muerta que aportan más dinamismo y movimiento al tronco


Uno de los puntos más especiales que para mí debía formar parte del frente era un arco natural que aparece a media altura a modo de puente en pleno ahuecado de la madera. Realmente espectacular pero había que potenciarlo y mostrarlo más. Actualmente estaba algo escondido.
Y por supuesto el ahuecado que nace en la parte superior de la madera de éste espectacular ullastre.

El cuerno vikingo
Así pues ante ésta espectacular suma y ninguna resta ya teníamos el frente de nuestro ullastre. Pero antes de seguir trabajándolo le tocaba asignarle un nombre. Su forma, movimiento y apertura de la madera en la parte superior me recordaba a uno de esos cuernos vikingos que igual servían a modo de trompeta o para beber cerveza.

Y ahora sí bautizado podemos seguir trabajándolo con mayor confianza pues tijeras en mano toca eliminar las ramas que sobrarán para el futuro diseño. Bien por su mala colocación o bien por ser demasiado gruesas para poder guiarlas con alambre corréctamente.
 La rama marcada en rojo era el ápice del diseño anterior de éste ullastre. No tenía demasiado sentido pues no seguía el movimiento del tronco y quedaba muy artificial a modo de muelle montado sobre una espectacular madera. Fue eliminado totalmente.
 Al igual que varias ramas que crecían verticales y con demasiado grosor.




Retocando la madera. Chapa y pintura

Más defectos a corregir los encontrábamos en su virgen madera, espectacular en algunas zonas pero deficiente en otras. Por ejemplo en la zona que daba profundidad al frente elegido. Aquí encontrábamos una gran "ala" cubierta de corteza viva pero que no alimentaba ningún brote.
Era pues una zona condenada a secarse progresivamente y con el peligro de avanzar secando la delgada vena viva que en realidad alimenta al árbol. Debía ir fuera. En la imagen inferior he marcado en rojo la zona de corteza que eliminaré para convertirla en madera seca. En azúl el "jin" terminal que debe ser mejorado en su aspecto.

El antes y el después del trabajo de madera muerta:

El tocón y base del árbol:


Mostrando el arco central:


El ala terminal:

 Desde el otro lado:


Y aquí el árbol terminado a fecha de hoy:
Como se observa en la imagen he dejado una rama que sale fuera del diseño y el motivo es que en pleno julio no está de más dejar una rama en la parte superior a modo de tirasavia después de haber eliminado varias ramas y haber bajado el resto con alambre. Ésta rama será eliminada sin problemas en octubre y en su zona más baja servirá para construir el que será el nuevo ápice. 
Éste espectacular ullastre tiene que continuar madurando su ramificación para llegar a convertirse en un árbol realmente excepcional. La imagen inferior (Photoshop) es la idea que tengo en mente para él. 
Espero os haya gustado su trabajo tanto como a mí y sobre todo a su propietario.

Un saludo y gracias por seguirme,



Sergio Martínez

4 comentarios:

  1. Muy buen trabajo Sergio, pero podias haber esperado unos dias en traerlo y que hubiera venido como en la ultima foto. jajaja
    Creo que será un buen arbol

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    1. Toca paciencia, buen cultivo y buen trabajo , pero tres añitos no se los quita nadie para empezar a lucir coqueto

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