lunes, 28 de octubre de 2013
El cisne tanuki
Todo comenzó con un paseo por la montaña en octubre de 2008. Cámara en mano intentando inmortalizar paisajes, flora, fauna o quizás, si la casualidad me topara con él un posible candidato a yamadori. Apareció tras una roca. Alargando el cuello para alcanzar a ver la luz me encontré con el esqueleto de lo que antaño tuvo que ser un singular enebro (Juniperus oxycedrus). No era una madera especialmente bonita pero sí que tenía un gran caracter y movimiento, sobre todo en el ápice donde quedaban los restos de la antigua ramificación ligeramente azotada por el viento. Dicen que en la montaña sólo debes dejar las huellas de tus zapatos y llevarte sólamente fotografías, pero en éste caso me llevaría un pedazo de madera seca a casa. No sin esfuerzo pude extraerlo de la roca en la que se anclaba y se vino de camino a casa con el firme proyecto en mente de realizar un "tanuki".
Sí, ya sabemos que el tanuki es un engaño, una ilusión. Para muchos criticado, para otros una técnica más que te permite hacer bonsai sin dañar la naturaleza. Bien realizado, con el paso de los años un tanuki puede resultar una pieza espectacular capaz de engañar a más de uno. Tanuki no es lo que es. Parece pero no.
Primeramente había que limpiar el tronco y desinfectarlo. Estuvo en un baño de captan y clorpirifos durante toda una noche. Su movimiento es bastante singular por lo que la elección de la posición de plantado no fue nada facil. Para su anclaje dispuse de unos tornillos con los que servirme para sujetarlo firmemente a la maceta.
La posición elegida finalmente fue la de la imagen. En paralelo a la bonita ramificación del apice del antiguo junipero. En un principio éste fue el frente elegido y el encargado de darle vida al asunto fue un pequeño esqueje de Juniperus chinensis variedad Itoigawa.
Empezaba desde cero. Normalmente inicio mis trabajos con un plazo finalización máximo de 5 años pero dado la velocidad del crecimiento de ésta especie tenía claro que la paciencia debía ser mucho mayor. Para comenzar con un proyecto de tanuki la mayoría de aficionados lo hacen un plantón de vivero de al menos un par de savias, pero decidí apostar por la paciencia para conseguir un buen anclaje y un acabado más natural. A partir de aquí un correcto abonado y riego. El sustrato elegido fue 90% grava volcánica y 10 % akadama que va muy bien para ésta especie.
Conforme iba creciendo la sabina había que ir posicionándola en el tronco. Para ello me ayudé de unos sencillos sujetacables. Más adelante, cuando el grosor del tronco lo permitiera procedería a clavar con una pua directamente a la madera.
Los proyectos cambian y evolucionan por si solos. La sabina estuvo creciendo a su ritmo estando prácticamente olvidada entre mi colección. Recibía abono, agua, sol, frio, calor, viento,...pero poco más. Llega un momento en que te paras a ver tus árboles y de pronto ves un diseño nuevo, un nuevo posicionamiento que te hace cambiar por completo tu proyecto final. Un giro de 90º en la horizontal fue el nuevo frente de ésta sabina. Es cierto que se perdía en parte el bonito "jin" de la base pero se ganaba en movimiento. Ahora tendría más dinamismo. A partir de aquí fue bautizado como el "Cisne tanuki".
Primavera de 2013. El proyecto va avanzando y puede empezar a ir trabajándose detalles para el futuro. Para darle algo más de dramatismo al tronco practiqué un largo "shari" que pronto cicatrizaría. La madera se ha limpiado y tratado con polisulfuro.
Octubre de 2013.
Cinco años después de iniciar éste proyecto ya tenemos el boceto de lo que será un singular tanuki. Seguro que no recibirá ningún premio ni condecoración, pero la satisfacción de trabajar con un material de éste tipo empezando desde la nada compensa el esfuerzo y la espera. Hemos devuelto a la vida a esa madera de enebro perdida en la montaña.
A partir de aqui toca terminar de posicionar el ápice y el refinamiento de las ramas. Facilmente pueden pasar 3 años más hasta alcanzar el resultado deseado.
Fotomontaje de su diseño futuro.
El tiempo es el mejor autor: siempre encuentra un final perfecto.
(Charles Chaplin)
Sergio Martínez
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Hola, comentarte 2 cosas, la primera que me es flipantemente encantador lo que estás logrando en este tanuki, me ha enamorado el como está ahora y eso que aun no está finalizado el diseño, y la segunda que se me hace más un dragón que un cisne jeje
ResponderEliminarUn trabajo perfecto e impecable!
Gracias Kike
ResponderEliminarsi, parece mas dragón que cisne, esta hermoso!
ResponderEliminarComo estará ahora? Seguro hermoso.
ResponderEliminarHola amigo, me gusta mucho esta técnica,y me gustó mucho tu trabajo en este árbol.
ResponderEliminarSoy novato en esto del Bonsai,y me quedo una pregunta:¿Porque dices que nunca recibirá un premio,si a mi parecer es un ejemplar con potencial? ¿Es por la técnica en sí, o por el árbol?
Hola con el debido respecto aparece cómo una cabeza de dragón.
ResponderEliminarA mim lembra um dragão..
ResponderEliminarTE FELICITO! HABIA VISTO FOTOS ,HOY VEO EL DESARROLLO¡¡ MUY BUENO¡¡¡ Desde jujuy ARG.
ResponderEliminarTal cual lo mencionas al final la naturaleza da los toques finales yen este caso tu trabajaste en el diseño de un maravilloso cisne que se puede apreciar pero tal vez como cisne no pueda llegar a ganar un premio como tú mismo lo mencionas así que de entre esa lava volcánica se levanta en vuelo un cisne con el corazón de un Dragón!
ResponderEliminar